Senadores K pecaron de intromisión en el gremio Petrolero

Pereyra junto a Rucci archivo ED



NEUQUÉN (ED). — El sindicato Petrolero vive horas de alegría y enojo. Alegría por la inauguración de su estupendo predio recreativo en Centenario. Y enojo contra los senadores nacionales por el kirchnerismo neuquino a los que acusa de una intentona de intromisión en las cuestiones sindicales. Intromisión de manera “desleal” y por fuera de las urnas, lo que se significaría un pecado capital para todo peronista (que se precie de tal).

El gremio que conduce Guillermo Pereyra y que ya tiene en Marcelo Rucci a su sucesor electo, acusa a Oscar Parrilli y a Silvia Sapag de entrometerse -o, al menos intentarlo- en la vida interna de la organización; es precisamente esa sospecha, presunción o certeza la que lo llevó a declarase en estado de asamblea permanente y movilización.

“Es inconcebible que tras un acto eleccionario transparente y validado por todos los participantes, los senadores neuquinos Silvia Sapag y Oscar Parrilli pretendan la impugnación del proceso con fines espurios y tejan tras bambalinas conspiraciones de otros tiempos”, protestaron los máximos referentes del gran gremio de Vaca Muerta (con todo lo que ello implica no sólo para la provincia de Neuquén, sino para la Argentina toda).

En los comicios, Rucci se impuso con absoluta holgura, pero ahora “parece que Sapag y Parrilli pretenden conseguir en los sótanos del poder y mediante presiones al ministerio de Trabajo de Nación, lo que no consiguieron en las urnas”, acusan los petroleros Azules y Blancos.