Russo hizo un movimiento de ajedrez y River reaccionó

El director tecnico de Boca, Miguel Angel Russo, Foto NA: Damian Dopacio



BUENOS AIRES  (NA) — Miguel Ángel Russo pudo haberse sacado la espina de ganar un Superclásico con un movimiento de ajedrez en pleno juego que torció la balanza en favor de Boca, que no aprovechó su ventaja, desperdició sus oportunidades, y permitió la reinvención de River, que alcanzó el empate.

Así se puede resumir el análisis táctico de un partido que, al igual que el que disputaron hace 71 días atrás en el mismo escenario, osciló en el dominio, cada uno con sus armas marcadas.

Russo se la jugó con el armado del equipo ante la ausencia de Edwin Cardona y, en los primeros quince minutos, sufrió con la posición de Palavecino, que no tenía quién lo marcara pese a la última línea con cinco jugadores que planteó.

Hasta que acomodó a Cristian Medina cerca del ex Platense y Deportivo Cali de Colombia, en un movimiento que lo hizo dominar el terreno y dio un primer quiebre al desarrollo del encuentro.

El penal del chileno Paulo Díaz sobre Nicolás Capaldo – masterclass de pase de Carlos Tevez mediante-, le permitió a Villa vencer a Armani, que hasta ese momento le había tapado una increíble acción al “Apache”.

Con Maroni y Villa sueltos para atacar los espacios con la ventaja, Boca tuvo un par de ocasiones clarísimas para ampliar la ventaja y, quizás, sentenciar la historia.

El apuro por definir de Maroni y la mala puntería de Tevez, triple atajada de Armani incluida, fueron las que permitieron darle vida a River, que demostró -al igual que en otras oportunidades- su capacidad de reinvención.

Gallardo estaba a punto de patear el tablero, pero tuvo un minuto angelado: centro de Angileri y aparición como centrodelantero de Palavecino, para cambiar la trayectoria de la pelota al empate, justo cuando ambos iban a ser reemplazados.

Enseguida, la expulsión infantil de Zambrano modificaba un panorama en el que Boca se había sentido cómodo con el planteo de Russo, de esperar y golpear con su velocidad al desequilibrio de River.

Pero, como le ocurrió en el último Superclásico con Enzo Pérez, a Gallardo le faltó muñeca de reacción: no sacó a Casco, que estaba amonestado y había quedado en la cornisa, y el lateral derecho vio la segunda amarilla.

Así y todo casi la fortuna, en esa jugada de carambola entre Izquierdoz y Andrada donde la pelota bailó por la línea y Zuculini le pegó al palo, le da la victoria a River.

Boca tuvo el partido en sus manos para que Russo pueda ganarle por primera vez al “Millonario”, entre los últimos 20 minutos del primer tiempo y los primeros 15 del segundo, pero lo dejó escapar.