Denunciaron que la droga viaja en los taxis

Piden que se investigue las “redes de distribución de drogas ilícitas, que no solamente operan en forma virtual, sino también que se publicitan y transportan en servicios públicos” de la localidad.

Archivo Taxis VLA



NEUQUÉN (ED) — Un taxista de Villa La Angostura denunció en la Justicia la existencia de “redes de distribución de drogas ilícitas, que no solamente operan en forma virtual, sino también que se publicitan y transportan en servicios públicos, como lo es el taxi” de la ciudad.

Según el Diario Andino, la denuncia alertó que algunos taxis “utilizan los vehículos para distribuir -y hasta vender- sustancias tóxicas”. Según detalló el modus operandi incluye recorridos por distintos puntos de la localidad, con agenda previamente cargada de los clientes compradores que son indicados al conductor.

Se estima que las operaciones no llevan más de tres minutos y una vez que se entrega la droga se le indica al taxista “el próximo domicilio a dónde ir, para así continuar su marcha y distribución por distintos lugares”, agregó.

“En esta dinámica de distribución clandestina, que se hace tanto de día como de noche, el taxímetro (vg.; reloj) -aparato que cuenta pulsaciones de avance en tránsito y tiempo en espera- no deja de nunca de funcionar en cada lugar de parada, motivo por el cual la operación necesariamente debe hacerse -y se hace- de forma ágil para reducir costos del transporte de los estupefacientes y evitar demoras sospechosas frente al domicilio de quien espera la sustancia”, detalló en el escrito.

El denunciante no descartó la complicidades de los conductores pero aclaró que “a veces ocurre –siempre según la denuncia- que el propietario del taxi, titular de la licencia, no sabe lo que hace el chofer; dándose casos que el empleado distribuye los estupefacientes sin conocimiento del responsable del vehículo”.

En tanto aclaró que “en otros casos, son los mismos taxistas dedicados al narcomenudeo quienes -directamente- hacen los viajes narco; es decir, sin pasajeros; saliendo de la parada “vacío” con destino al lugar de solicitud, a donde se arriba también “vacío”, y regresando a la cola de la parada, sin importar la posición en la cual quede a su regreso; pues la rentabilidad del negocio clandestino supera en creces las ganancias que perciben la gran mayoría de los taxistas honestos que esperan pacientes la subida de pasajeros”, señaló.