El encargado, la nueva comedia negra de Guillermo Francella 




BUENOS AIRES (NA) — El miércoles 26 de octubre llega a la plataforma Star+ El encargado, una comedia negra de Gastón Duprat y Mariano Cohn en la que Guillermo Francella se pone en la piel de Eliseo, un hombre luego de tres décadas de trabajo como encargado de un edificio, se ve amenazado por uno de los vecinos, interpretado por Gabriel Goity, quien busca convencer a sus vecinos para construir una pileta en la terraza y prescindir de sus servicios. Y de cara al estreno, “El Puma”, Moro Anghileri y Gastón Cocchiarale dieron detalles del proyecto en una charla exclusiva con Noticias Argentinas.

Se trata de una comedia negra, compuesta por 10 episodios que duran aproximadamente 20 minutos, en los que el ADN argentino está muy presente. Con un gran despliegue delante y detrás de cámara, el equipo completo logró anteponerse a la pandemia y los protocolos que trajo aparejados el Covid-19 para alcanzar un resultado de calidad que permite que es espectador pueda sentirse identificado con la vida en un edificio y los problemas que suelen surgir en un consorcio.

¿Qué los sedujo del proyecto?

Anghileri: -A mí, el guión. Mariano y Gastón son muy convocantes y me gusta mucho el trabajo que hacen en el cine. Veníamos hablando para hacer algo juntos y apareció este proyecto, pero la verdad es que el guión es impecable. Y cuando hay un buen guión -o en este caso, 11 buenos guiones-, me parece que es una fortuna para nosotros.

Goity: -Tal cual. Los guiones son brillantes, me pasa lo mismo. Como espectador disfruto mucho a Gastón y Mariano y, en lo personal, laburar con Guillermo. HAcía 15 años que no trabajábamos juntos y todo fue generador de ganas de hacerlo y vernos.

Puma, venís trabajando hace un montón en cine, teatro y televisión, ¿cómo es para vos adaptarte a las nuevas plataformas?

Goity: -La diferencia radica básicamente en llegar a todo el mundo. Esto es muy fuerte, una gran responsabilidad que me encanta y lo merece nuestra industria porque estamos capacitados para llegar a todas partes del mundo con excelente calidad y este orgullo de que nos vean en todas partes; que vean lo que tenemos: nuestros actrices, nuestros actores, nuestros productores, nuestros guiones… Es una gran oportunidad y lo vivo con muchas expectativas, alegría y muchas ganas.

¿Cambian las sensaciones al saber que se va a ver en todo el mundo?

Goity: -Sí. Igual a mí me encanta todo: hago una cooperativa en un sótano y tengo una felicidad enorme. La alegría es hacer lo que nos gusta. Sin dudas que esto es algo más, pero participar en un proyecto con gente de calidad, con compañeros y compañeras que uno admira y que le encanta trabajar es una alegría muy grande. Y que encima te vean en Oslo, está buenísimo.

Justamente se convierte en una vidriera del humor argentino, porque es una historia bien argentina.

Goity: -Netamente, exacto. Está muy bueno también y me encanta, porque a veces te invitan a participar en proyectos que a mí, particularmente, me irritan un poquito por el tema del (español) neutro. Yo quiero hablar en mi idioma. Si nosotros vemos cine español y mexicano, ¿por qué no podemos hablar en nuestro idioma, si se entiende perfectamente?

Es algo que también se reproduce en el ambiente musical y ahora en las ficciones con la globalización.

Goity: -Yo no eso no estoy de acuerdo. Creo que cada país tiene que hablar con su idioma y hacer las cosas bien para que sea atractivo y que las personas de otros países se interesen.

Cocchiarale: -Creo que el peligro de la globalización es pasar a hacer todo lo mismo y no es eso lo jugoso que se puede hacer. El provecho tiene que ver con disfrutar de otras culturas, como esto: disfrutar de una historia argentina, con un humor argentino. Eso es lo más lindo y más rico, más allá de contar historias prefabricadas para todo el mundo.

Goity: -¡Con identidad! Con olor a lo tuyo…

El rodaje fue en 2021 en plena pandemia, ¿cómo fue ese desafío, con un elenco tan grande?

Anghileri: -El elenco era lo de menos… ¡El equipo era gigante! Y yo nunca sabía con quién estaba hablando, porque estaban con barbijos. Aparecía todo el tiempo gente cubierta y yo no sabía quién era. Él (por Goity) era inconfundible (se ríe)… ¡Era él o Mi villano favorito!

Es increíble la capacidad de poder generar química y traspasar la pantalla en un contexto que no era favorable.

Goity:  -704 hisopados nos hicimos… Me levantaba y tenía un hisopado.

Anghileri: -Todo el tiempo ensayábamos y enseguida nos teníamos que poner el barbijo, nos controlaban… fue muy complicado trabajar así.

Cocchiarale: -Ahora que lo pienso, fue muy surrealista, porque aparte fue una serie que dio mucho trabajo… Más allá del elenco principal, hubo más de 100 bolos en todo la serie, entonces siempre había gente nueva, más allá del equipo que era gigante. Filmamos más de cinco meses, que para una serie fue un montón. Tuvimos un solo parate, cuando Guille se contagió de seguir y como él estaba en todas las escenas, era muy difícil seguir.

¿Se sienten identificados con sus personajes? ¿Qué es lo que más les gustó?

Goity: -Sí, en algunas cositas.

Anghileri: -En mi caso, el personaje me resulta cercano porque es naturalista, pero no por la vida que tiene. Era interesante porque estaba al cuidado de un niño todo el tiempo y en el rodaje había que contenerlo, ayudarlo, porque no deja de ser un niño en medio de mil personas con barbijo, sin barbijo, exigiendo cosas. La serie tiene una calidad muy alta y es muy exigente. No se hace una sola toma, se hacen 120.

Cocchiarale: -En mi caso era muy sencillo, porque tenía que armar un vínculo de maestro y aprendiz y en esa sintonía iba como actor, con gente como Guiller, como el Puma. Es gente con la que crecí y fue muy lindo trabajar con eso. Mi personaje es uno de los más ingenuos de la serie, está muy de testigo de lo que ocurre, más allá que después se va involucrando más. Era interesante trabajar eso de estar y no estar.

Gastón, te tocó estar cerca de Guillermo a quien siempre definiste como un modelo a seguir.

Cocchiarale: -Sí, siempre cuento que cuando era chico le llevé una carta al teatro, diciéndole que quería trabajar con él cuando sea grande y 10 años después hice de su hijo en El Clan y después me recomendó para esta serie. Arrancó todo con esa admiración.

A vos Puma, ¿Qué te pasa desde este lugar de mayor trayectoria, cuando te encontrás con colegas que tiene este deseo de trabajar con vos?

Goity: -No lo puedo creer. Sinceramente, se agradece. A mí me encanta laburar de esto y hacerlo con compañeros como ellos, que vienen con tantas ganas, es genial. Es un premio, porque trabajo de lo que me gusta. Me da pudor cuando pasa esto, pero es una alegría enorme. Y tiene que ver con el protagonista. Lo genera Guillermo, él me llamó y que te elijan es un premio.

Cocchiarale: -Y conociendo la obsesión con la que trabaja Guillermo, que te recomiende o ponga al servicio tu nombre para una producción de esta magnitud es un premio.

¿Cómo lo ven a Guillermo en este papel tan complejo y a su vez bastante perverso?

Goity: -Guillermo es extraordinario y en este personaje lo van a ver a esa altura.

Anghileri: -Cuando me enteré que iba a ser el encargado pensé que era perfecto y lo sigo pensando. Es “el” personaje para él, hay un maridaje espectacular, porque le permite lucirse y pasearse por el humor y por otras cosas más oscuras que también las tiene a manos y le salen muy bien. Es muy disfrutable verlo.

Cocchiarale: -Yo me animo a decir que va a ser uno de los mejores papeles de su carrera porque mezcla dos temas que viene trabajando hace mucho tiempo: el humor popular que supo construir a lo largo de su carrera, y al mismo tiempo una oscuridad que viene trabajando hace tiempo en sus papeles. Es un buen maridaje, pero además él es un actor muy generoso, que siempre busca que sus compañeros se luzcan, marca el timing del chiste, de la precisión.

La frase de la serie es: “Con Eliseo no se jode”. ¿Con qué cosas no se jode con ustedes?

Cocchiarale: -En mi caso, con la comunicación. Si tenemos un problema, hablemoslo más que ir por atrás. La ética, trato de manejarme así y espero lo mismo del otro lado.

Anghileri: – Yo creo que con el respeto. Con respeto se puede todo, pero ese es el límite.

Goity: – Con nada se jode. A mí no me gusta joder. Me gusta divertirme, pero soy muy jodido (se ríe).