Vaca Muerta se recupera y esperan que el ritmo sea sostenido

Yacimiento de no convencionales de Vaca Muerta. Foto NA



NEUQUÉN (NA) — La formación sedimentaria de la provincia de Neuquén alcanzó en el último bimestre su mejor nivel de producción desde el comienzo del aislamiento social en marzo de 2020.

La menor actividad por la pandemia, la caída en el consumo de combustibles, los bajos niveles de inversión y los cortes de rutas por parte de trabajadores de la salud neuquinos en abril último, impactaron sobre la operatoria de Vaca Muerta, el yacimiento petrolero no convencional que puede transformar el futuro energético de la Argentina.

El Instituto Argentino de Energía General Mosconi publicó en su Informe de Tendencias de mayo que la producción de petróleo aumentó 0,2% de manera intermensual, lo que representó un crecimiento del 58,5% interanual y alcanzó un acumulado del 24,8% en los últimos doce meses.

El rendimiento del hidrocarburo en Vaca Muerta representa el 28,2% del total producido en el país en 2021.

El documento especifica que YPF es el principal productor de petróleo de la formación, con el 61% de la explotación y un aumento del 14,5% en el acumulado anual.

En diálogo con la agencia NA, Jorge Lapeña, presidente de IAE Mosconi, se mostró igual cauteloso y advirtió que “si bien se produjo una recuperación en la producción de Vaca Muerta, hay que ver si se sostiene”.

Además, recordó que durante el aislamiento social “hubo una caída muy grande en la actividad de perforación y en la inversión petrolera”, a la que no le encuentra explicación, a pesar de las restricciones.

“Es una actividad que no se efectúa en las zonas urbanas, que sí estuvieron muy afectadas por la pandemia”, hizo notar Lapeña.

En lo que respecta a la producción de gas natural de la formación, el informe exhibe un aumento del 23,1% intermensual y 9,8% de forma interanual, aunque el acumulado de los últimos doce meses muestra una tendencia negativa del 9,6%.

En este caso, la actividad de Vaca Muerta implica el 24,1% del total del gas desarrollado en el país durante este año.

Producción

Las empresas más influyentes en la operación gasífera, según el documento, son Tecpetrol en primer lugar, seguido por YPF y Total Austral.

La compañía líder, parte del grupo Techint, redujo 9,2% su producción anual y la firma estatal notó un retroceso del 30% en el acumulado de los últimos doce meses.

Esto explica la caída en la actividad del sector, que se profundizó en los primeros meses de las restricciones para contener la propagación del coronavirus.

Lapeña indicó que “la caída en la producción de gas convencional y no convencional ha superado a la propia demanda.

Lo que quiere decir que la oferta bajó más que la demanda y eso es inadmisible”.

Luego del período más restrictivo para la actividad se produjo un repunte, que tuvo una meseta en abril producto de las manifestaciones del personal de salud de Neuquén que impedían el libre tránsito por 11 rutas de la provincia, afectando el normal funcionamiento de la formación.

Levantadas las manifestaciones, la producción volvió a reactivarse, mostrando signos de recuperación.

Un indicador de este resurgimiento son los niveles de fracturas alcanzados en los últimos dos meses. En mayo se registraron 1.079 etapas de ´fracking´, récord histórico para un mes, mientras que en junio llegaron a 985.

En el sector confían en poder mantener esas cifras como piso de rendimiento, según fuentes del mercado consultadas por NA.

El último nivel más alto logrado en la prepandemia había sido en agosto de 2019, con 676, mientras en febrero de ese año se produjo el máximo registro vigente hasta mayo último, con 712.

Desde enero de este año los niveles de ´fracking´ se fueron superando y sólo mostraron un descenso brusco con los piquetes de abril.

Otra señal a considerar es la inversión que se pronostica durante este 2021, que según los datos aportados por las operadoras al Ministerio de Energía neuquino, ronda los 3.790 millones de dólares, representando un crecimiento del 88,6% con respecto al 2020.

El año pasado se produjo una pronunciada caída de las inversiones, alcanzando el menor nivel de la última década, con una cifra apenas superior a los 2.009 millones de dólares, un 55% menos que en el 2019.